lunes, 11 de abril de 2016

POESÍA DE POSGUERRA: AÑOS 40 Y 50






Años 39 y 40: Poesía de guerra. Año cero de la poesía

Retrato realizado por el dramaturgo A. Buero Vallejo en la cárcel
LA GENERACIÓN DEL 36 es la generación escindida por la guerra. Miguel Hernández (encarcelado y muerto en las cárceles franquistas) es un epígono del 27. Entre sus obras destacamos: 

Perito en lunas, su primer libro de influencia gongorina (1933) y bajo la influencia de los poetas del 27. Sus 42 poemas están escritos en octavas reales, que según Gerardo Diego son auténticos acertijos poéticos y están llenos de un gran virtuosismo lingüístico e imaginativo. 

El rayo que no cesa (1936): la vida, el amor, la muerte son los temas vertidos en sonetos.
Viento del pueblo (1937) es un libros donde se manifiesta el compromiso social, es una poesía más ideológica y de urgencia.
Cancionero y romancero de ausencias(1938-1941): libro póstumo con poemas combativos, sociales, políticos y de aflicción.


Octava IV
Por el lugar mejor de tu persona,
donde capullo tórnase la seda,
fiel de tu peso alternativo queda,
y de liras el alma te corona.
¡Ya te lunaste! Y cuanto más se encona,
más. Y más te hace eje de la rueda
de arena, que desprecia mientras junta
todo tu oro desde punta a punta.
Octava XXXII
Contra nocturna luna, agua pajiza
de limonar: halladas acechanzas:
una afila el cantar, y otra desliza
su pleno, de soslayo, sin mudanzas.
Luna, a la danzarina de las danzas
desnudas, a la acequia, acoge e iza,
en tanto a ti, pandero, te golpea:
          ¡cadena de ti misma, prometea!
                      Octava XXXVIII
Este paisaje sin mantel de casa
gris, ¡ay casi ninguno en accidentes!:
los pastos pobres... la colina escasa
de trigo... los cristales no corrientes...
sólo al final, fustrando el gris, en masa,
colores agradables a los dientes,
enconan el paisaje de destellos,
y se obra un cigüeñal de ávidos cuellos.
Nanas de la cebolla

La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.

Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.

Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en tus ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que mi alma al oírte
bata el espacio.



Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.

La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!

Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.

Ser de vuelo tan lato,
tan extendido,
que tu carne es el cielo
recién nacido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!

Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa ni
lo que ocurre.                     
(En Orihuela, su pueblo y el mío, se
me ha muerto como del rayo Ramón Sijé,
con quien tanto quería).
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.


Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas


daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.


LA POESÍA DE LA ESPAÑA PEREGRINA: LEÓN FELIPE


COMO TÚ
Así es mi vida,
piedra,
como tú. Como tú,
piedra pequeña;
como tú,
piedra ligera;
como tú,
canto que ruedas
por las calzadas
y por las veredas;
como tú,
guijarro humilde de las carreteras;
como tú,
que en días de tormenta
te hundes
en el cieno de la tierra
y luego
centelleas 
bajo los cascos
y bajo las ruedas;
como tú, que no has servido
para ser ni piedra
de una lonja,
ni piedra de una audiencia,
ni piedra de un palacio,
ni piedra de una iglesia;
como tú,
piedra aventurera;
como tú,
que tal vez estás hecha
sólo para una honda,
piedra pequeña
y
ligera...
ESPAÑOL
Español del éxodo de ayer
y español del éxodo de hoy:
te salvarás como hombre,
pero no como español.
No tienes patria ni tribu. Si puedes,
hunde tus raíces y tus sueños
en la lluvia ecuménica del sol.
Y yérguete... ¡Yérguete!
Que tal vez el hombre de este tiempo...
es el hombre movible de la luz,
del éxodo y del viento.

VENCIDOS
Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.

Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,
y va ocioso el caballero, sin peto y sin espaldar,
va cargado de amargura,
que allá encontró sepultura
su amoroso batallar.
Va cargado de amargura,
que allá «quedó su ventura»
en la playa de Barcino, frente al mar.

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Va cargado de amargura,
va, vencido, el caballero de retorno a su lugar.

¡Cuántas veces, Don Quijote, por esa misma llanura,
en horas de desaliento así te miro pasar!
¡Y cuántas veces te grito: Hazme un sitio en tu montura
y llévame a tu lugar;
hazme un sitio en tu montura,
caballero derrotado, hazme un sitio en tu montura
que yo también voy cargado
de amargura
y no puedo batallar!

Ponme a la grupa contigo,
caballero del honor,
ponme a la grupa contigo,
y llévame a ser contigo
pastor.

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar...

POESÍA ARRAIGADA
En 1940 Dionisio Ridruejo funda la revista Escorial y en 1943 José García Nieto, la revista Garcilaso, de ahí que se les llamara "garcilasistas". Sus propósitos estaban claros: volver a las formas clásicas desechando la poesía pura y libérrima de la generación del 27, así como el vanguardismo y en especial el Surrealismo. Valoran, por el contrario, las formas clásicas, como el soneto. Junto a los temas tradicionales (el amor, la naturaleza, la exaltación patriótica, etc.), el dominante será el tema religioso. Entre otros, podemos citar a los siguientes poetas: José García Nieto, Luis Rosales, Leopoldo Panero, Luis Felipe Vivanco y Dionisio Ridruejo
España toda aquí, lejana y mía,
habitando, soñada y verdadera,
la duda y fe del alma pasajera,
alba toda y también toda agonía.

Hermosa, sí, bajo la luz sin día
que me la entrega al mar sola y entera:
campo de la serena primavera
que recata su flor dulce y tardía.

España grave, quieta en la esperanza,
hecha del tiempo y de mi tiempo, España,
tierra fiel de mi vida y de mi muerte.

Esta sangre eres tú y esta pujanza
de amor que se impacienta y acompaña
la fe y la duda de volver a verte.
                                        Dionisio Ridruejo (de Cuadernos de Rusia, 1944)

POESÍA DESARRAIGADA 
En 1944 se publicó en León la revista Espadaña, que va a marcar un nuevo rumbo a la poesía española de los cuarenta: una rehumanización de la poesía. Sus fundadores son Eugenio de Nora, Victoriano Crémer y González de Lama. En Espadaña se defienden como principios estéticos: una poesía menos blanda, menos tópica, de lenguaje más directo y tono bronco; menos preocupada por los elementos estéticos en sí mismos. Por lo que se refiere a los temas, pretende instaurar una poesía realista, comprometida con la situación existencial e histórica del hombre, invadida por la angustia que producía el mundo deshecho y caótico de la España de la posguerra. El tema religioso adquiere un tono existencial en las abundantes preguntas que el poeta plantea a Dios sobre el sentido del sufrimiento humano. En el mismo año de 1944, dos libros con esta orientación aparecen escritos por poetas del 27: Hijos de la ira, de Dámaso Alonso, y Sombra del paraíso, de Vicente Aleixandre.
Aparte de estas manifestaciones, debemos referirnos a dos tendencias minoritarias. De un lado, surge el Postismo, movimiento de carácter vanguardista, abreviatura de postsurrealismo y nombre de una revista, de un solo número, fundada en 1945 por Carlos Edmundo de Ory, uno de los más curiosos poetas de la posguerra. El surrealismo resurge; domina un aspecto lúdico, antisocial y antiacadémico que han consagrado poetas como J.A. Cirlot y Ángel Crespo. De otro lado, en Córdoba aparece en 1947 la revista -y el grupo- Cántico, que propugna una poesía intimista, sensual y neobarroca, encabezada por poetas como Pablo García Baena, Juan Bernier y Ricardo Molina. 

Insomnio(Dámaso Alonso)
Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres
(según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo
en este nicho en el que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros,
o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán,
ladrando como un perro enfurecido,
fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios,
preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad
de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día,
las tristes azucenas letales de tus noches?


MUJER CON ALCUZA
A Leopoldo Panero
¿Adónde va esa mujer, 

arrastrándose por la acera, 

ahora que ya es casi de noche, 

con la alcuza en la mano?
Acercaos: no nos ve. 

Yo no sé qué es más gris, 

si el acero frío de sus ojos, 

si el gris desvaído de ese chal 

con el que se envuelve el cuello y la cabeza, 

o si el paisaje desolado de su alma.
GRUPO CÁNTICO

Invitación a la dicha
Ricardo Molina
es dulce ser amado pero amar,
oh dioses, qué ventura...
                                   Goethe
Ámame ahora que tengo los cabellos negros
y una corona de junco
y el perfume del agua y de la jara
en los brazos desnudos.

Ámame ahora que tengo en los ojos
la suave llama de la tarde
y la gracia de la sonrisa
y la leve frescura de los manantiales.

Ámame ahora que tengo en los labios
el fuego deslumbrante del Mediodía
y la serenidad del cielo en las mejillas.

Ámame ahora que tengo en el cuello
el resplandor de los lirios quemados.
Ámame ahora que corre por mis hombros
el torrente divino del deseo.
Ámame ahora que tengo el pecho ebrio
como una flor de vino.

Ahora y no luego, ahora y no mañana,
ahora que besa mi alma todo tu cuerpo
confundiendo su aliento al de mis labios.

Bésame ahora que es primavera
y el chamariz canta y vuela en un árbol,
ahora, amor mío, que estamos en mayo
y zumban en el aire las abejas,
ahora que todo es hermoso y feliz,
ahora y no mañana,
ahora y no luego.

Bésame los labios, el cabello, los hombros
ahora que en los huertos florecidos
es tan dulce la flor primera del granado.

Dame todo tu amor ahora, amor mío,
¿no ves que soy en la tierra dichosa,
dulce como el árbol del paraíso?

Ahora que soy un manantial virgen
donde cada onda es una caricia,
una colina verde
donde cada florecilla es un labio encendido,
un valle misterioso
donde cada viento es un suspiro,
un río de amores
cuya música frágil es tu nombre.

¿No son nuestros estos días tan bellos?
¿No es hermosa la tierra bajo el sol y la luna?
¿No habla todo de amor desde el alba a la tarde?

¡Ámame!
¡Ahora y no mañana; ahora y no luego!


LA POESÍA SOCIAL: A LA INMENSA MAYORÍA
Alegría
Llegué por el dolor a la alegría.

Supe por el dolor que el alma existe.

Por el dolor, allá en mi reino triste,

un misterioso sol amanecía.

Era alegría la mañana fría

y el viento loco y cálido que embiste.

( Alma que verdes primaveras viste

maravillosamente se rompía. )

Así la siento más. Al cielo apunto

y me responde cuando le pregunto

con dolor tras dolor para mi herida.

Y mientras se ilumina mi cabeza

ruego por el que he sido en la tristeza

a las divinidades de la vida.
De "Alegría" 1947, José Hierro

BLAS DE OTERO
HOMBRE
Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte,
al borde del abismo, estoy clamando
a Dios. Y su silencio, retumbando,
ahoga mi voz en el vacío inerte.

Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte
despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando
solo. Arañando sombras para verte.

Alzo la mano, y tú me la cercenas.
Abro los ojos: me los sajas vivos.
Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas.

Esto es ser hombre: horror a manos llenas.
Ser y no ser eternos, fugitivos.
¡Ángel con grandes alas de cadenas!
   Blas de Otero

PIDO LA PAZ Y LA PALABRA
Escribo
en defensa del reino
del hombre y su justicia. Pido
la paz
y la palabra. He dicho
«silencio»,
«sombra»,
«vacío»
etcétera.
Digo
«del hombre y su justicia»,
«océano pacífico»,
lo que me dejan.
Pido
la paz y la palabra.



A LA INMENSA MAYORÍA
Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos su versos.

Así es, así fue. Salió una noche
echando espuma por los ojos, ebrio
de amor, huyendo sin saber adónde:
a donde el aire no apestase a muerto.

Tiendas de paz, brizados pabellones,
eran sus brazos, como llama al viento;
olas de sangre contra el pecho, enormes
olas de odio, ved, por todo el cuerpo.

¡Aquí! ¡Llegad! ¡Ay! Ángeles atroces
en vuelo horizontal cruzan el cielo;
horribles peces de metal recorren
las espaldas del mar, de puerto a puerto.

Yo doy todos mis versos por un hombre
en paz. Aquí tenéis, en carne y hueso,
mi última voluntad. Bilbao, a once
de abril, cincuenta y uno.
   

LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO
 GABRIEL CELAYA
Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.



POESÍA EXISTENCIAL
Expresa la angustia del hombre ante su existencia y busca un sentido a la misma.

José María Valverde (Valencia de Alcántara, 1926-1996), representante de esta corriente, fue un gran poeta, ensayista, traductor, crítico literario y profesor e historiador de las ideas.

Todo os lo dejaré cuando me muera...
Todo os lo dejaré cuando me muera;
las rosas que yo solo comprendía,
mi aire, mi cielo y luz, mi noche y día
mi asombro de existir, mi vida entera.

Y pues completa dárosla quisiera,
tomad también la gota de armonía
que a ese mundo he añadido mi poesía
con su revelación en mi manera.

...Pero sé que aunque os deje voz y trino
me llevaré al silencio eterno, muerto,
este modo de ver que me arrebata,

este mundo inefable que adivino,
esta revelación que nunca acierto
a expresar, que me aprieta y que me mata.
                      Publicado en Garcilaso, noviembre 7 de 1943



RELOJ DE PULSERA


Ni al desnudarme suelto el leve yugo;


sin reloj ya no sé dormir siquiera.


No tengo libertad, y vano fuera


fingir dejar mi hierro y mi verdugo.




Él me ata a los demás, al mundo activo:

es la rueda en que engrano con la vida.

Si despierto en lo oscuro, su medida

me liga a tierra firme, me hace vivo.


Pero a la vez, con cuchicheo suave,
en secreto me insiste en el recado
de mi muerte y su cita: me recuerda

que me esperan allá, y que cuando acabe, 
me escaparé yo solo por mi lado:
libre, entonces no habré de darle cuerda.

[José María Valverde, Obras completas, 1. Poesía, Madrid, Trotta, 1998.]

Hoy vuelves como siempre, primavera...

Hoy vuelves como siempre, primavera,
cuando a tu luz ya había renunciado
y el corazón está desconcertado
por este gozo nuevo que le altera.

Casi siente que le redimas... ¡Era
tan bello su rincón iluminado
en que, triste, se había refugiado
para vivir tan sólo con su hoguera!

Mas sí, rebosaré por tu sendero,
que, aunque tú vuelvas siempre, me iré un día
y sin mí brotarán igual las flores.

Pero el gozo de estar lleno y entero
al subirme a la boca se me enfría...
¡estar en primavera y sin amores!


                    De "Nuevas elegías. Anticipo"

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