MIGUEL MIHURA O EL TEATRO DEL ABSURDO
TRES SOMBREROS DE COPA
La acción en Europa, en una capital de provincia de segundo orden.
Derechas e izquierdas, las del espectador.
ACTO PRIMERO
Habitación de un hotel de segundo orden en una capital de provincia. En la lateral izquierda, primer término, puerta cerrada de una sola hoja, que comunica con otra habitación. Otra puerta al foro que da a un pasillo. La cama. El armario de luna. El biombo. Un sofá. Sobre la mesilla de noche, en la pared, un teléfono. Junto al armario, una mesita. Un lavabo. A los pies de la cama, en el suelo, dos maletas y dos sombrereras altas de sombreros de copa. Un balcón, con cortinas, y detrás el cielo. Pendiente del techo, una lámpara. Sobre la mesita de noche, otra lámpara pequeña.
(Al levantarse el telón, la escena está sola y oscura hasta que, por la puerta del foro, entran DIONISIO y DON ROSARIO, que enciende la luz del centro.DIONISIO, de calle, con sombrero, gabán y bufanda, trae en la mano una sombrerera parecida a las que hay en escena. DON ROSARIO es ese viejecito tan bueno de las largas barbas blancas.)
DON ROSARIO. No. Las tres son blancas. No hay ninguna roja.
DIONISIO. Pues yo creo que una de ellas es roja. La de la izquierda.
DON ROSARIO. Pase usted, don Dionisio. Aquí, en esta habitación, le hemos puesto el equipaje.
DIONISIO. Pues es una habitación muy mona, don Rosario.
DON ROSARIO. Es la mejor habitación, don Dionisio. Y la más sana. El balcón da al mar. Y la vista es hermosa. (Yendo hacia el balcón.) Acérquese. Ahora no se ve bien porque es de noche. Pero, sin embargo, mire usted allí las lucecitas de las farolas del puerto. Hace un efecto muy lindo. Todo el mundo lo dice. ¿Las ve usted?
DIONISIO. No. No veo nada.
DON ROSARIO. Parece usted tonto, don Dionisio.
DIONISIO. ¿Por qué me dice usted eso, caramba?
DON ROSARIO. Porque no ve las lucecitas. Espérese. Voy a abrir el balcón. Así las verá usted mejor.
DIONISIO. No. No, señor. Hace un frío enorme. Déjelo. (Mirando nuevamente.) ¡Ah! Ahora me parece que veo algo. (Mirando a través de los cristales.) ¿Son tres lucecitas que hay allá a lo lejos?
DON ROSARIO. Sí. ¡Eso! ¡Eso!DIONISIO. ¡Es precioso! Una es roja, ¿verdad?
DIONISIO. Pues es una habitación muy mona, don Rosario.
DON ROSARIO. Es la mejor habitación, don Dionisio. Y la más sana. El balcón da al mar. Y la vista es hermosa. (Yendo hacia el balcón.) Acérquese. Ahora no se ve bien porque es de noche. Pero, sin embargo, mire usted allí las lucecitas de las farolas del puerto. Hace un efecto muy lindo. Todo el mundo lo dice. ¿Las ve usted?
DIONISIO. No. No veo nada.
DON ROSARIO. Parece usted tonto, don Dionisio.
DIONISIO. ¿Por qué me dice usted eso, caramba?
DON ROSARIO. Porque no ve las lucecitas. Espérese. Voy a abrir el balcón. Así las verá usted mejor.
DIONISIO. No. No, señor. Hace un frío enorme. Déjelo. (Mirando nuevamente.) ¡Ah! Ahora me parece que veo algo. (Mirando a través de los cristales.) ¿Son tres lucecitas que hay allá a lo lejos?
DON ROSARIO. Sí. ¡Eso! ¡Eso!DIONISIO. ¡Es precioso! Una es roja, ¿verdad?
DIONISIO. Pues yo creo que una de ellas es roja. La de la izquierda.
DON ROSARIO. No. No puede ser roja. Llevo quince años enseñándoles a todos los huéspedes, desde este balcón, las lucecitas de las farolas del puerto, y nadie me ha dicho nunca que hubiese ninguna roja.
DIONISIO. Pero ¿usted no las ve?
DON ROSARIO. No. Yo no las veo. Yo, a causa de mi vista débil, no las he visto nunca. Esto me lo dejó dicho mi papá. Al morir mi papá me dijo: «Oye, niño, ven. Desde el balcón de la alcoba rosa se ven tres lucecitas blancas del puerto lejano. Enséñaselas a los huéspedes y se pondrán todos muy contentos...» Y yo siempre se las enseño...
DIONISIO. Pues hay una roja, yo se lo aseguro.
DON ROSARIO. Entonces, desde mañana, les diré a mis huéspedes que se ven tres lucecitas: dos blancas y una roja... Y se pondrán más contentos todavía. ¿Verdad que es una vista encantadora? ¡Pues de día es aún más linda!...
DIONISIO. ¡Claro! De día se verán más lucecitas... DON ROSARIO. No. De día las apagan.DIONISIO. ¡Qué mala suerte!
DON ROSARIO. Pero no importa, porque en su lugar se ve la montaña, con una vaca encima muy gorda que, poquito a poco, se está comiendo toda la montaña...
DIONISIO. ¡Es asombroso!
DIONISIO. Pero ¿usted no las ve?
DON ROSARIO. No. Yo no las veo. Yo, a causa de mi vista débil, no las he visto nunca. Esto me lo dejó dicho mi papá. Al morir mi papá me dijo: «Oye, niño, ven. Desde el balcón de la alcoba rosa se ven tres lucecitas blancas del puerto lejano. Enséñaselas a los huéspedes y se pondrán todos muy contentos...» Y yo siempre se las enseño...
DIONISIO. Pues hay una roja, yo se lo aseguro.
DON ROSARIO. Entonces, desde mañana, les diré a mis huéspedes que se ven tres lucecitas: dos blancas y una roja... Y se pondrán más contentos todavía. ¿Verdad que es una vista encantadora? ¡Pues de día es aún más linda!...
DIONISIO. ¡Claro! De día se verán más lucecitas... DON ROSARIO. No. De día las apagan.DIONISIO. ¡Qué mala suerte!
DON ROSARIO. Pero no importa, porque en su lugar se ve la montaña, con una vaca encima muy gorda que, poquito a poco, se está comiendo toda la montaña...
DIONISIO. ¡Es asombroso!
EL REALISMO SOCIAL Y EL TEATRO EXIXSTENCIAL
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FERNANDO ARRABAL Y EL TEATRO PÁNICO
Tricicle, es una compañía de teatro gestual, en el que el humor es la base fundamental de todos sus espectáculos. Lo componen tres actores-fundadores: Joan Gracia, Carles Sans y Paco Mir. El uno de Noviembre de 1979, se creó en Barcelona como compañía de gesto, representando pequeños sketches en calles y espacios alternativos.
En aquel momento cada uno de los tres componentes de Tricicle eran alumnos del Institut del Teatre de Barcelona, en las secciones de Pantomima y Arte dramático. Después de varias temporadas actuando en salas alternativas, en 1982, dan el salto al circuito profesional, estrenando en la Sala Villarroel de Barcelona un espectáculo compuesto de sketches de géneros muy distintos que habían sido creados a lo largo de su etapa en cafés teatro. El espectáculo lo titularon Manicómic y fue un sonado éxito de crítica y público. Con él obtendrían un premio en el Festival Internacional de Sitúes de aquel año.
Una sorprendente aparición en un programa televisivo de aquel momento les supuso el reconocimiento a nivel nacional, lo que provocó su debut en la Sala Cadarso de Madrid. En 1984 estrenan su nuevo espectáculo: EXIT con el que conseguirán sus primeros llenos. Con EXIT salen, por primera vez fuera de su país, por lo que Tricicle empieza a hacerse un lugar en el panorama teatral europeo..
NEORREALISMO
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LAS BICICLETAS SON PARA EL VERANO
FERNANDO FERNÁN GÓMEZ
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EL CHICO DE LA ÚLTIMA FILA
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Las revistas de teatro
ELS JOGLARS
“Una sociedad que maltrata a sus artistas, si no está muerta,está moribunda”
DE FRENTE
“¡Cuántas veces se aniquila aquí al que se esfuerza!”
La actriz Irene Escolar acaba de rodar 'Altamira', de Hugh Hudson, y ahora prepara 'Cleopatra' en el Lliure
¿En qué le ha sorprendido la vida?Es una profesión dura y la vida no es fácil, pero de pronto te sorprende que valoren tu trabajo. Es algo que una construye sola.
La vida es dura desde hace rato. Ya lo era cuando empezaron en el teatro mis tatarabuelos, bisabuelos y abuelos. Pero ahora este oficio es todavía más duro, sobre todo para los jóvenes. Frustración constante, esfuerzo sin recompensa.
¿Por la crisis? Es una crisis moral, ética, social. Este país deja que la gente joven se encuentre en estado catatónico, gente hiperpreparada que no se puede desarrollar porque no tiene trabajo, parte fundamental de la vida.
Aunque pase la crisis seguiremos siendo mezquinos con el talento. La película que he hecho ahora es sobre Marcelino Sanz de Sautuola, que descubre las cuevas de Altamira. Fue tachado de mentiroso. Él defendía la teoría de la evolución y hasta su muerte le hicieron pensar que todo ese descubrimiento no era lo que él creía. ¿Cuántas veces se aniquila aquí al que se esfuerza?
Y ahora se trata de aniquilar a una generación. Que está entre los 20 y los 30 años... Vi el documental En tierra extraña, de Iciar Bollain, sobre jóvenes españoles que trabajan en Edimburgo. Se me partía el alma. Me siento afortunada por poder desarrollarme en lo que me he preparado, pero hay gente con muchísimos estudios que no sabe qué va a hacer. Nos han cortado los sueños y las metas.
Usted ha prosperado mucho. No me quejo, he tenido oportunidades. Pero hay que pelear si ves que hay cosas que podrían ir de otra manera.
¿Su oficio, el cine, el teatro, está contando bien ese drama?Es una industria vapuleada: no se la puede llamar ni industria. La gente no puede hacer sus funciones, no se puede mantener. No hay manera de hacer giras, estamos estancados, sin ningún apoyo; y hablo de apoyo moral, que se note que se quiere a la cultura.
¿Una sociedad que maltrata...? “Una sociedad que maltrata a sus artistas, si no está muerta,está moribunda”. Lo decía Lorca.
¿Sólo por eso está moribunda? Tampoco apoya a la investigación. La base es la educación: no puedes inculcar a un joven la necesidad de ir al teatro, de querer pensar o leer si no está en su educación. Está todo contaminado y no veo esperanza.
¡Qué ánimo para empezar el año... ¡Cómo no va a ser así! Llevamos no sé cuánto tiempo pidiendo que bajen el IVA cultural y no hay manera, ¡les da igual! Hay un 80% de paro en este oficio: es indignante, horroroso, tristísimo, frustrante además: la gente sí quiere ir al cine y al teatro.
¿Qué papeles la han modificado? Lo que hice en Días mejores, de Álex Rigola, en La Abadía, cuando tenía 18 años... Conocí a actores a los que yo quería parecerme, conocí a Álex, que después me ofreció otra función de Stoppard, a quien conocí. La otra fue Oleanna, dos años más tarde. ¡Una hora y media sola por primera vez en el teatro! Ahí sentí que iba por el buen camino.
En el teatro cobran 30 euros por ensayo. ¿Cómo viven los actores? Los que podemos, gracias a que hay cine y televisión o doblaje. ¡30 euros! Una barbaridad. La ignorancia hace pensar que los actores son multimillonarios.
¿Y qué hace un actor cuando no trabaja? Nunca sabes si volverá a sonar el teléfono, nunca lo sabes. Yo he tenido esa sensación y el que no la haya tenido peor para él porque debemos ser conscientes de la inestabilidad: te puede ir muy bien y de repente acabarse para siempre.
"Bajarse al Moro" Dirigí esa obra el el 2014,tambien hice de "Jaimito", el de la gorra roja. Me alegra que hayan elegido una de nuestras actuaciones para este blog. Muchas gracias.
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